La Sinfonía No. 5, escrita por Beethoven en sus años gloriosos, se diferencia de cualquier otra composición por su fuerte poder expresivo y el desarrollo de la idea del inevitable destino que se percibe en sus primeros acordes. Una obra de amplio reconocimiento a nivel mundial que sin duda, rendirá tributo al prominente trabajo del compositor alemán.
La Sinfonía fue escrita entre 1807 y 1808, simultáneamente con la Sinfonía No. 6, “Pastoral”. Además, tanto la “Pastoral” como la Quinta sinfonía fueron estrenadas en el mismo concierto en Viena, concierto que también incluyó su Fantasía coral y el Concierto para piano No. 4. La recepción de estas obras no fue la mejor; muchos comentaristas atribuyen las malas críticas a las heladas temperaturas que golpearon el teatro durante las más de cuatro horas del evento.
El primer movimiento de esta Sinfonía, Allegro con brio, abre con un tema fácilmente distinguible. La totalidad de este movimiento está basado en estas primeras cuatro notas, pues Beethoven las variará de diferentes maneras y se aferrará a su reiteración.